lunes, 17 de marzo de 2014

JEAN FRENETTE

JEAN FRENETTE
En la gran velada de Kick Boxing, que se celebró el 13 de agosto de 1993 en Marbella, se esperaba a dos invitados de excepción: Jean Claude Van Damme(que no pudo asistir por coincidir con la premier de su última película) y Jean Frenette, que deleitó al público con el mismo Kata musical con el que obtuvo el título en W.A.K.O. de cam­peón del mundo.






     Fuimos presentados en los días anteriores a la gala. Al seguir el programa de la orga­niza­ción, coincidimos en varias ocasiones, donde tuve la oportunidad de poder­le preguntar lo que quise, comentándonos un sin fin de anécdotas y curiosidades, además de estar hospedados en el mismo lugar y planta. Jean Frenette se comportaba como lo que era, una estrella de las artes marciales y aquí en España, máxime en Marbella, por muy famoso que se fuera en ellas, si no eras un actor de renombre...
El canadiense nos mostró su agenda de trabajo para los siguientes tres meses, era increíble la cantidad de cursillos, exhibiciones en veladas, campeonatos y demás eventos que tenía contratado. Una mañana, llamó a su representante o a la persona que le coordinaba estos eventos, apuntó días, fechas, cantidades y países donde su presencia era requerida, era evidente que era el personaje del momento y que le querían contratar en medio mundo, obviamente no podía cubrir todos los eventos, era totalmente imposible, por lo que tenía que estudiar y organizarse para seleccionar aquello que más le interesase.
    Hubo varias cuestiones que me sorprendieron de él, una de ellas era que conocía las revistas del sector de medio mundo, sabiendo en cuales había aparecido en portada o habían hablado extensamente de él. Por aquella conversación, quedó en enviarnos artículos, fotos y demás para que se publicaran en España, a cambio sólo nos pidió que se le enviaran cinco ejemplares de cada uno de sus trabajos. Pensé, tras elintercambio de tarjetas, que después de la velada y estando tan ocupado, se olvidaría de ello, pero estaba en un error, a los pocos días se recibieron los artículos, acompañados de un excelente material fotográfico. Aquellos trabajos no fueron escritos exclusivamente para la revista Dojo, eran los mismos que se habían editado en medio mundo. Frenette tenía claro que aparte de "saber hacer, había que hacer saber"... y en este tema, conocía como pocos, como promocionarse en los medios.





    Respecto al trato con él, era una estrella de las artes marciales y exigía que se le tratara como tal, sin embargo con los compañeros de "armas" era muy respetuoso y amable, siendo uno más. No obstante existía una pequeña trasformación en él cuándo acudíamos a uno de los centros que patrocinaban la velada, parecía que cuando veía su foto en el cartel o poster, su actitud era distinta, por lo menos con la gente fuera del entorno marcial. Respecto a este tema sucedieron varias anécdotas, quizás la más significativa tuvo lugar donde nos alojábamos y no fue el único "altercado" que tuvo con el servicio... Al día siguiente de conocernos, coincidimos en el desayuno, donde tardaron bastante en tomarnos nota, estando allí esperando, entraron otros clientes digamos que con una "apariencia" totalmente distinta a los miembros de la velada, rápidamente les tomaron nota y con una gran celeridad les trajeron su desayuno. Jean Frenette protestó acaloradamente, desde luego tenía razón, aunque quizás las formas y maneras no fueron las adecuadas, al menos para el lugar donde nos encontrábamos. Su altivez no parecía encajar con el personal del centro. Tras el desayuno, esperando al asesor, alguien del hotel me preguntó: ¿Quién es este? desde luego su complexión muscular contrastaba con algunos de los competidores de Kick Boxing; le informé y le mostré un pequeño boletín informativo de la velada, en el cual, la portada era el cartelde la velada, donde ocupaba un lugar preferente, tras verlo, hubo un pequeño cambio de actitud, pero sin exageraciones; donde estábamos hacía falta algo más que pegar soberbias patadas altas para sorprender al personal. En el hotel, a pesar de ser uno de los patrocinadores, no había ningún cartel de promoción o al menos yo no los vi.





     Respecto al entrenamiento de Jean Frenette, el día que tuvo lugar la velada, pude ver como preparaba su exhibición en el gimnasio, su calentamiento fue muy meticuloso terminando con unos ejercicios de estiramientos y flexibilidad. Una vez que estuvo bien "engrasado" empezó desglosando el kata musical que iba a ejecutar, coordinando y sincronizando cada serie de movientes por grupos, hasta que quedaron perfectos y por último, ejecutó unas diez veces el kata completo, prácticamente, aquello le llevó casi toda la mañana. Creo que fui el único que le prestó algo de atención, porque el resto del "personal" estaba más pendiente de los entrenamientos de Joe Prestia, Ramón Dekkers o Didat Diafat etc., que de sus patadas, algo normal, allí se encontraban algunos de los mejores Kick Boxers del momento, también "estrellas", por lo menos a nivel europeo. Creo que entre los competidores y él existía un punto en común, a pesar de respetarse mutuamente, coexistía una total indiferencia y desinterés por las actividades que realizaban cada uno de ellos. Por la noche, Frenette salió y ejecutó su Kata, sin más, simplemente cubrió el "expediente". Después de la velada, nos despedimos y ya nos no volvimos a ver hasta el cursillo que dio en Madrid, organizado por Jesús Eguia y Ramon Gallego, al cual asistí y que tuvo lugar en las insta­laciones del I­.N.E­.F. Recuerdo que el primer día, tras un levísimo calentamiento, realizó duran­te dos horas largas, ejer­cicios de elasticidad. Algunos de ellos considerados como de una auténtica barbarie entre los estu­diantes del I.N.E.F., hasta tal punto se centraron en ellos, que al día siguiente algunos de los participantes no pudieron acudir al cursillo. Esto sobre todo ocu­rrió entre los practicantes de menor nivel.
      El sábado se trabajó unas dos horas de Stretching y una hora de ejercicios para mantener la pierna en el aire. Por la tarde fue similar; sólo varió el trabajo técnico para ganar velocidad en las patadas. La agenda de trabajo de Frenette era súper apretada, ese mismo día, concretamente a la 19 horas; tendría lugar una exce­lente velada de Kick Boxing en la que realizaría el mismo Kata con el que quedó campeón del mundo en W.A.K.O. La exhibición, quizás la peor que le he visto realizar (tanto en directo como en video); entu­sias­mo al público.
     Evidentemente, Frenette no se encontraba motivado. Él mismo lo ratificaría en las declaraciones que recogí para el programa de radio "Sen­sei Kumite"Estas palabras podrían parecer presuntuosas pero sabíamos que en las veladas que se organizaban en Francia reunían a más de 20.000 personas. Si comparamos esa cifra con las 1.500 personas que acudieron al polideportivo del Buen Conse­jo...

    El domingo (último día del seminario), se trabajaron las dos horas habituales de Stret­ching y combinaciones rápidas de piernas, también explicó algunas técnicas de defensa personal, finalizando el cursillo con la entrega de diplomas y la fotos de rigor. Desde el punto de vista marcial o de combate, el seminario me dejó muy frio, estaba claro que el enfoque del mismo había sido única y exclusivamente para los practicantes de Katas musicales. Esa misma tarde, Frenette dio una exhibición en el Vicente Calderón, en el encuentro del Atlético de Madrid vs. Gijón. El lunes abandonó nuestro país para reincorporarse al rodaje de "Los Inmor­tales III", de la que era el coreógrafo.



     Reconozco que la segunda entrevista que le realicé, no fue uno de mis mejores trabajos, no pude disimular mi decepción por el cursillo y Frenette estaba agotado, exhausto. Era evidente que los dos estábamos deseando acabar con aquello, al finalizar la misma, nos confesó, una vez que la grabadora estuvo apagada, que era consciente que lo que hacía tenía período de caducidad y que debía aprovechar estos momentos. Después se dedicaría a lo que de verdad le gustaba, el Karate-do, por supuesto, sin abandonar nunca la práctica de los Katas musicales. Sabía que llegaría el día en el que no podría seguir haciéndolos, sin embargo, si podría dedicarse todo una vida a perfeccionar y profundizar en el Karate-do. No sé si sus palabras fueron sinceras o aquello simplemente fue una justificación, lo que si que estoy seguro es que Jean Frenette ha sido uno de los maestros, si se le quiere denominar así, más inteligentes que he conocido, supo situarse en la "cresta" de la ola y mantenerse en ella en los días en donde las artes marciales eran rentables, sacando el máximo beneficio a lo que hacía, para en su retiro, vivir sin sobresaltos, desde este punto de vista "Chapeau". Incuestionablemente el abrió el camino para que otros lo pudieran seguir y elevó los katas musicales a lo más alto, convirtiéndolas en arte, en esta modalidad, en su momento, fue el rey indiscutible.