Un grupo de jóvenes bulliciosos entran en casa, todo son bromas y risas, mi hija nos llama y realiza las presentaciones de rigor, al salir de mi despacho los jóvenes se quedan sorprendidos al ver una habitación llena de estanterías con libros y revistas; uno de ellos pregunta: “¿Los has leído todos?” Sonriendo, les respondo: “No, solo algunos.” Mi hija apunta: “todo es de artes marciales, muchos de ellos de Bruce Lee”. Uno de ellos comenta: “Ah, el de los arañazos, yo vi el combate entre Chuck Norris y él en el Coliseo de Roma.” Sin poderlo reprimir, pregunto: -¿No has visto ninguna de sus películas? La negativa fue unánime. Otro joven comenta: -“Son muy antiguas y malísimas” ¿Conoces a Conor McGregor? ese tipo es un crack, he visto algunos combates suyos y es increíble”. A continuación todos empezaron a comentar cosas sobre él…
lunes, 29 de enero de 2018
viernes, 26 de enero de 2018
COMBAT ARTS FAMILY
En 1973 quedé impactado con el primer capítulo de la
serie de Kung Fu, hasta tal punto, que empecé a recopilar datos e información
sobre aquello tan innovador y distinto a lo que habíamos visto y conocido, las
artes marciales. A las pocas semanas, mi padre me inscribió en un gimnasio. Por
recomendación del profesor, empecé a entrenar Judo, según el maestro aquello
era lo más completo y lo mejor para mi edad, pero no se parecía en nada a lo
que veía en la serie, ni tampoco, meses después, a lo que visionaba en el cine.
Tras ver en acción a Bruce Lee, me pasó lo mismo que a miles de jóvenes, quedé
cautivado por sus habilidades y carisma, yo quería pelear como él, sin embargo
en el gimnasio apenas si se lanzaban “atemis” (golpes), casi todo se basaba en
agarrar, proyectar y pelear en el suelo, tras un desagradable encuentro, decidí
abandonar la práctica de este arte y aquí empezó mi infatigable búsqueda por
encontrar la técnica de combate adecuada, la que más se adaptara a los ideales
que en mi mente había forjado. Debía de existir algo diferente y que en ese
momento no lo encontraba a mi alcance; algo que llenase mi sed de saber y
superación, y estaba decidido a encontrarlo.
miércoles, 24 de enero de 2018
Ramón Luengo (Combat arts family)
Ramón Luengo es toda una leyenda dentro de Combat Arts Family. Su fama de guerrero,
con una agresividad desmesurada, le precedía. Por lo que me comentaban los
veteranos del estilo: en los campeonatos era descalificado porque el control y el
reglamento era inexistentes para él. Cuando peleaba, lo único que tenía en
mente era acabar con su adversario de forma rápida y contundente. Curiosamente,
cuando estaba en su plenitud física, abandonó el gimnasio. Hizo un alto en el
“camino” porque le faltaba algo para adquirir el nivel marcial que anhelaba… Decidió
leer a los grandes pensadores y filósofos orientales e investigar ese “algo”
tan desconocido como apasionante como era la mente. Empezó a practicar Yoga y a
asistir a sesiones de zen: “Con el control mental, se mantiene
la serenidad en combate y en otras circunstancias de la vida”.
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