Un grupo de jóvenes bulliciosos entran en casa, todo son bromas y risas, mi hija nos llama y realiza las presentaciones de rigor, al salir de mi despacho los jóvenes se quedan sorprendidos al ver una habitación llena de estanterías con libros y revistas; uno de ellos pregunta: “¿Los has leído todos?” Sonriendo, les respondo: “No, solo algunos.” Mi hija apunta: “todo es de artes marciales, muchos de ellos de Bruce Lee”. Uno de ellos comenta: “Ah, el de los arañazos, yo vi el combate entre Chuck Norris y él en el Coliseo de Roma.” Sin poderlo reprimir, pregunto: -¿No has visto ninguna de sus películas? La negativa fue unánime. Otro joven comenta: -“Son muy antiguas y malísimas” ¿Conoces a Conor McGregor? ese tipo es un crack, he visto algunos combates suyos y es increíble”. A continuación todos empezaron a comentar cosas sobre él…
Hace más de 30 años, cuando
hablaba con neófitos en artes marciales, me preguntaban sobre Bruce Lee, en la
actualidad, las tornas han cambiado y las preguntas giran sobre Conor McGregor.
Hay que rendirse a la evidencia, hoy en día no se estrenan films de artes marciales,
ya no existen héroes de celuloide... Apenas se comenta algo sobre las artes de
lucha en los medios de comunicación y cuando lo hacen es sobre Conor McGregor.
En la actualidad, los más famosos boxeadores, maestros e inclusive actores del
cine de artes marciales se han visto desplazados por él. Incuestionablemente es
la gran “estrella” de las artes de lucha. ¿Pero quién es realmente Conor McGregor?
¿Quién es este personaje que ha conseguido acaparar la atención de todos los
medios de comunicación? Es cierto que tiene muchos simpatizantes y seguidores,
al igual que censuradores y detractores, pero
si las artes marciales vuelven a ser noticia, indudablemente, es por él,
por lo que es hora de conocer algo más sobre el nuevo “King” de las artes marciales.
Conor Anthony
McGregor
Conor Anthony McGregor nació el 14
de julio de 1988 en Crumlin, Dublín, hijo de Tony y Margaret McGregor. Los
orígenes de ‘The Notorious’ derivan de una familia muy modesta que vivían en el
barrio obrero dublinés de Crumlin, de
pequeño estudió en una escuela de Gaelscoil (colegios donde el idioma de
enseñanza es el irlandés) concretamente en Colaiste de Hilda en Tallaght.
De niño destacaba más por su pasión
por los deportes que por los estudios, el futbol era su principal interés al
que dedicaba todo el tiempo que podía, soñando con ser algún día un jugador reconocido.
Tal era su afición que sus padres le inscribieron en el Club de fútbol Lourdes
Celtic en el cual destacaba como delantero, el único inconveniente que le
reprochaba su entrenador era que nunca jugaba en equipo, era demasiado
individualista. A la edad de 12 años empezó a compaginar su pasión por el
balompié con el Boxeo, entrenando en el Crumlin Boxing Club.
En el 2000, McGregor se mudó con
su familia a Lucan, Dublin, asistiendo al Gaelcholáiste Colaiste Cois Life. En
el centro de estudios fue víctima de bullying, se ha comentado que por su
destreza en el futbol y por ser un poco “bocazas”, sufrió el temido acoso
escolar. Aunque había practicado boxeo, al tener menos estatura y peso que sus
compañeros, siempre llevaba la peor parte, sobre todo cuando actuaban en grupo.
Debido a esto y a la escasez de dinero, que era algo habitual en su familia (en
su hogar siempre se vivió muy humildemente), abandonó los estudios a la edad de
16 años y comenzó a aprender el oficio de su padre: la fontanería. Su padre no
quería que se dedicara a su oficio, pero durante unos años no le quedó otra
opción. En honor a la verdad Conor
McGregor nunca fue un gran estudiante, los suspensos eran predominantes
en sus evaluaciones…
Debido al acoso escolar que había
sufrido decidió ampliar sus “horizontes” marciales y se inició en la disciplina
de las Artes Marciales Mixtas, su entrenador y preparador fue Tom Egan (años
después competidor de la UFC). Nadie podría imaginar que la carrera del
irlandés, quizás, no hubiera existido de no ser por el apoyo incondicional de
su padre, cuando McGregor se empezó a interesar por las MMA su progenitor, el
cual había practicado boxeo en su juventud, lejos de ponerle pegas, le apoyó a
pesar de la mala reputación que tenían, pero siendo consciente del carácter de
su hijo y de lo que había sufrido en la escuela, le permitió elegir su propio camino
y haciendo un esfuerzo económico, le sufragó todos los gastos de sus entrenamientos
y equipo.
Desde luego era obvio que Conor
Anthony McGregor apuntaba maneras, había logrado ser campeón amateur juvenil de
boxeo, por lo que la experiencia acumulada en este deporte le ayudó en gran
medida a adaptarse al cambio, consolidándose poco a poco en las artes marciales
mixtas, pero el icono irlandés no siempre fue por el buen camino. Sus
entrenadores a pesar de que veían un gran potencial en él, con muchas
posibilidades de poder destacar en la jaula, se desmoralizaban por sus prolongadas
ausencias por el gimnasio, al no ser constante en sus entrenamientos,
difícilmente podría alcanzar el éxito. En aquella época aun no sabía si decantarse
por el fútbol o por las MMA, durante un tiempo le pudo su fanatismo por el
Manchester United. Él no había desechado la idea de llegar a ser un gran futbolista,
de hecho llegó a jugar en el Yellowstone, conocido en la actualidad como el
Stanaway Celtic; siendo el máximo goleador del equipo, sin embargo, los buenos
resultados en el Crumlin Boxing Club, dónde empezó y los ánimos por parte de su
entorno familiar y sus entrenadores acabaron por decantar la balanza.
En el 2006 conoció en un pub de Dublín
a su novia Dee Devlin, La atracción fue instantánea, él se acercó para hablar
con ella, ya que le pareció “una buena
chica” y rápidamente descubrieron que tenían muchas cosas en común, al
igual que McGregor, estaba orgullosa de su herencia y raíces irlandesas. Por su
parte, Dee vio en McGregor a un hombre muy divertido y cuando supo a lo que se
dedicaba, sintió gran admiración por él. Dee era de un barrio irlandés de Dublín
llamado Walkinstown; al poco tiempo, se fueron a vivir juntos.
Durante años vivieron en un
pequeño apartamento, alquilado, en una localidad a 30 kilómetros de Dublín.
McGregor solo tenía al mes como ingresos 188 €, la prestación o ayuda que da el
gobierno de aquel país a los desempleados, pues dejó todo para dedicarse
exclusivamente a entrenar para convertirse en el mejor luchador del mundo de
artes marciales mixtas. Dee, por su parte, apoyó de forma incondicional a su
pareja para que pudiera alcanzar su sueño. Para poder subsistir y que McGregor
pudiera seguir una dieta alimenticia acorde a sus entrenamientos, trabajaba
como secretaria. Todos aquellos esfuerzos y penalidades que pasaron y sobre
todo su apoyo incondicional, se lo ha agradecido públicamente McGregor en más
de una ocasión: " Mi novia ha
estado conmigo desde el principio. Me ha ayudado a lo largo de mi carrera. Si
no fuera por ella probablemente no estaría donde estoy ahora mismo. Yo creía que
podía ser el campeón y ella también. Confió en mí a pesar de la falta de
dinero. Siempre trató de hacer que comiera bien, que pudiera seguir mi dieta diaria. Cuando llegaba a casa después
de un exhausto día de entrenamiento, me decía: 'Conor, está bien, tú puedes
hacerlo'.
Dee Devlin agregó a estas
declaraciones: "Él siempre ha sido
muy seguro, intuíamos que esto iba a suceder - era casi como si estuviéramos
prediciendo el futuro.”
McGregor emocionado declaró: "Trabajó muy duro durante años y estuvo a mi lado cuando yo no
tenía absolutamente nada. Solo tenía un sueño: ser capaz de que no trabajara,
darle todo lo que siempre quiso y viajar por el mundo con ella me llena de
orgullo. Me da fuerzas para seguir",
Obviamente todos aquellos
sacrificios, penalidades y esfuerzos dieron sus frutos, el 9 de marzo de 2008
debutó en la Cage como luchador de MMA en la categoría de peso pluma, venciendo
al luchador irlandés Gary Morris. Dos meses después, concretamente el 3 de
mayo, obtuvo el mismo resultado ante Mo Taylor. Ante esas victorias abrumadoras
y por necesidad de conseguir dinero, apenas un mes después de su combate, el 28
de junio combate con el lituano Artemij Sitenkov, con el que perdió por
sumisión. Aquella derrota le hizo contemplar y valorar de otra forma el
grappling…
El 12 de diciembre volvería a
pelear contra Stephen Bailey, saliendo victorioso. Tras aquello hubo un parón
en su carrera, increíblemente fue de casi dos años, volvió a la jaula el 9 de
octubre del 2010, ganando a su rival Connor Dillon. El 27 de noviembre cambió de categoría, en vez
de pelear en peso pluma lo hizo en peso ligero con nefastos resultados… Joe
Duffy le hizo “morder el polvo” con una técnica de sumisión, de nuevo el
grappling demostraba que era su “talón de Aquiles”.
Parece que aprendió la lección, de
nuevo retornó a su categoría saboreando los laureles de la victoria: el 12 de
febrero de 2011 ganó a Hugh Brady, el 12 de marzo haría lo mismo en el combate
con Mike Wood, al igual que el 16 de
abril lo haría frente a Paddy Doherty, tantos combates seguidos pueden parecer
una locura, pero su necesidad económica le empujaba a ello, aparte todos estos peleas
las ganó en el primer asalto “casi” sin despeinarse.
El 11 de junio peleó contra el
polaco Artur Sowinski Ganando el Campeonato de Peso Pluma de Celtic Gladiator,
en Inglaterra en los circuitos de MMA empezaba a adquirir una gran notoriedad.
El 8 de septiembre pelearía contra Aaron Jahnsen, con el resultado esperado.
18 de febrero del 2012 lo haría contra
Steve O'Keefe, de nuevo victoria para el irlandés. El 2 de junio disputaría el
Campeonato de Peso Pluma de Cage Warriors frente Dave Hill, ganando su primer título
importante de MMA. Meses más tarde, concretamente el 31 de diciembre, casi
despidiendo el año, pugnaría por el título del Campeonato Interino de Peso
Ligero de Cage Warriors, en esta ocasión su rival sería Ivan Buchinger, donde dio
un auténtico espectáculo, su adversario no paso del primer asalto…
La fama de McGregor había
traspasado el océano. En febrero de 2013, la UFC anunció que McGregor había
firmado un contrato con ellos, era el segundo luchador irlandés que pelearía en
la UFC, el primero fue Tom Egan, entrenador de Conor McGregor.
Conor McGregor en la UFC
Su debut en UFC fue el 6 de abril en
Suecia ante Marcus Brimage, el irlandés ganó la pelea por KO en el primer
asalto, destruyó a su rival en un minuto, su victoria fue tan espectacular que
ganó 60.000 dólares tras conseguir el mejor knockout de la noche. Parecía que
atrás quedaban sus penurias económicas y nuevos horizontes se le abrían…
El 17 de agosto de 2013, McGregor
se enfrentó a Max Holloway, ganó la pelea por decisión unánime. Tras el
combate, McGregor sentía grandes molestias en una pierna, apenas podía andar,
una resonancia magnética reveló que se había desgarrado el ligamento cruzado
anterior durante el combate y requeriría una operación para recomponerlo, lo
cual le mantendría fuera del circuito durante un máximo de diez meses.
McGregor volvería a la jaula el 19
de julio de 2014, casi un año después de su lesión, se comentaba que era
demasiado pronto y a nivel de cardio y técnica no respondería, se enfrentaría a
Diego Brandão. De nuevo el irlandés sorprendió a todos, despejando las dudas de
sus detractores, no solo ganó la pelea por knockcaut técnico en el segundo
asalto, además ganó el premio al mejor knockout de la noche.
El 18 de enero de 2015 se
enfrentaría a Dennis Siver con idénticos resultados de su anterior pelea, tal y
como lo había pronosticado. Días antes del evento, Dana White anunció que si
McGregor lograba vencer a Siver, se le daría la oportunidad de disputar el
campeonato de peso pluma contra José Aldo.
El 11 de julio McGregor se
enfrentó a Chad Mendes por el campeonato interino de peso pluma, de nuevo ganó
la pelea por nocaut técnico en el segundo
asalto, además y como era habitual en las veladas que participaba, ganó el
premio al mejor knockout.
Conor McGregor demostraba tener tal confianza en sí mismo
que vencía a sus rivales antes de entrar en la jaula, al igual que Mohamed Ali,
en la presentación a la prensa y en los pesajes daba un auténtico espectáculo,
con su verborrea se burlaba de sus adversarios y los ridiculizaba, como el
mismo declaraba: "Creo en mí mismo
de tal manera que nada es capaz de detenerme”. El popular comentarista y
especialista de la UFC Joe Rogan mostró su opinión sobre la confianza de
McGregor: 'Tiene tanta autoestima y es
tan bueno hablando que desprende un carisma con el que intimida a sus
rivales". La extrema confianza de McGregor aumenta connaturalmente por
su habilidad para predecir el futuro. El irlandés lleva años acertando los
pronósticos de sus combates con una exactitud sorprendente, en la mayoría de
los casos hasta acierta en el asalto que va a ganar.
El 12 de diciembre de 2015 por fin
se enfrentaría a José Aldo, toda una leyenda en la UFC, durante diez años
imbatido, este combate se tenía que haber celebrado unos meses antes, pero el
brasileño se lesionó y ocupo su lugar Chad Mendes, algo que había vaticinado
McGregor con antelación, el cual no se cansaba de repetir que José Aldo le
tenía miedo y evitaba enfrentarse a él. En los preliminares al combate la
cuestión se calentó y se convirtió en algo personal, estaba en juego algo más que
el Campeonato de Peso Pluma de UFC. Los expertos daban por ganador al veteranísimo
y experimentado José Aldo, al que nadie había logrado doblegar en la jaula. El
irlandés tan solo tardó trece segundos en vencerle por knockout, según se ha
publicado en algunos medios: el KO más rápido de la historia de la UFC.
La meteórica carrera McGregor era
imparable, al igual que su ambición, se había enfrentado a los mejores,
quedándose sin rivales de cierta entidad en el peso pluma por lo que decidió
subir al peso wélter, se comentó que quería conseguir y mantener la corona en
las dos categorías. El 5 de marzo de
2016 peleo contra Nate Díaz, luchador estadounidense de procedencia Mexicana. "Solo hay una cosa imposible y es
ganar a una persona que no se da por vencida”- declaraba el irlandés, pero
sus pronósticos se truncaron al encontrarse ante un rival que no daba un paso
atrás y al que parecía que los golpes, a pesar de los cortes en su cara, no le
afectaban. McGregor literalmente se destrozó las manos golpeándole, pero no
hubo forma de tumbar a Díaz y en el segundo asalto, para sorpresa de todos,
perdió por sumisión.
Al igual que en el pasado, el
cambio de categoría no le vino bien y de nuevo sucumbía ante el grappling…
Lejos de hundirse y tal y como declaró: "El fracaso no es una opción para mí, ya que el éxito es todo lo que
ambiciono”. El 20 de agosto de 2016 se celebró la revancha. En esta ocasión
McGregor llevaba la lección aprendida, lejos de agotarse golpeando a Nate Díaz,
le mantuvo a distancia y evito en todo momento el grappling, en esta ocasión no
hubo ningún knockout, gano a los puntos por decisión unánime. El evento superó el récord de ventas de pay-per-view
con 1.650.000 compras, ningún combate en la historia de la UFC se había
aproximado a estas cifras.
Meses más tarde, concretamente el
12 de noviembre disputaría su último combate de MMA contra Eddie Álvarez, en
esta ocasión en la categoría de peso ligero, de nuevo venció en el segundo
asalto. La ciudad de Nueva York fue testigo de la consagración de una estrella.
El dominio de la distancia y sus combinaciones de puños consiguieron arrollar a
un rival inexistente que cedió su cinturón de campeón mundial sin ofrecer
resistencia aparente.
¿El COMBATE DEL
SIGLO O LA GRAN FARSA?
McGregor en cuatro años pasó de no
tener nada a entrar en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo. Si
una cosa saben bien Conor McGregor y su equipo de marketing es cómo alimentar
el interés alrededor de cualquier combate con el fin de incrementar el precio y
las ventas de las entradas. Con unas ganancias estimadas de unos 22 millones de
dólares al año, McGregor entró para quedarse en la lista Forbes de las personas
más ricas del mundo. Además de lo que gana por combate, debe buena parte de sus
ingresos a la publicidad. No es casualidad que sea tan activo en las redes
sociales y está considerado el deportista mejor vestido de Irlanda.
Su fama había crecido de forma
desmesurada. No solo era conocido en el circuito marcial, había logrado
traspasar lo que solo Bruce Lee y Jean Claude Van Damme consiguieron: una
popularidad universal. Estaba claro que Conor Mcgregor estaba atravesando su
mejor momento, su nombre era sinónimo de dinero y el presidente de UFC, Dana
White, se tenía que aprovechar de ello. En enero de 2017 informó a los medios
de comunicación que se había abierto una
negociación para un posible combate de boxeo entre el campeonísimo y ya
retirado Floyd Mayweather Jr. vs Conor McGregor. Comentó que en caso de que
sucediera las ventas del pay-per-view superarían posiblemente a las de
Mayweather vs Pacquiao.
Tras meses de negociación y
reuniones, el 18 de mayo de 2017, McGregor aceptó todos los términos impuestos
por Mayweather para el combate y firmó el contrato, en él se incluía una claúsula
en la que se le impondría una fuerte sanción económica si realizaba una técnica
ilegal en la disciplina del 'noble arte', en la que debuta, por lo que McGregor
debía estar totalmente concentrado para no lanzar patadas, rodillazos, ni
codazos, entre otros movimientos característicos en la disciplina en la que es
rey, las artes marciales mixtas.
El evento fue organizado por
«Mayweather Promotions» la empresa que regenta el boxeador estadounidense y los
derechos televisivos fueron cedidos a Showtime, por lo que el combate, como se
esperaba, se emitiría a través de pago por visión.
En los ambientes pugilísticos la
noticia fue recibida con recelo, Floyd Mayweather, legendario boxeador,
medallista olímpico, que se retiró hace dos años con un invicto de 49 peleas y
como campeón en cinco categorías diferentes: superpluma, ligero, superligero,
welter y superwelter; considerado durante mucho tiempo el mejor boxeador libra
por libra según “The Ring” gracias a una técnica muy depurada, desplazamientos
constantes a lo largo del cuadrilátero y la capacidad para controlar el ritmo
del combate a voluntad. Floyd Mayweather había vencido a todos los grandes del
boxeo, entre los que destacan: Saúl "Canelo" Álvarez, Miguel Cotto,
Shane Mosley, Oscar de la Hoya y Manny Pacquiao. Los puristas de las 12 cuerdas
se cuestionaban ¿Si estos no habían sido capaces de vencerle, qué posibilidades
iba a tener Conor McGregor de hacerlo? ¿Alguien que ni siquiera esta ranqueado?”
Lo que era obvio es que todo este
show se había montado por dinero. No es
el dinero lo que lo motiva más. – Aseguró su entrenador y manager John
Kavanagh - Él podría ganar fácilmente la
misma cantidad de dinero participando en algunas películas o haciendo
publicidad. Es el desafío. Ese es el motivo por el cual va al gimnasio todos
los días. Si deja el gimnasio ahora y deja de pelear, ¿qué haría con su tiempo
libre? Solo puede conducir un coche a la vez, solo puede comer una comida al
mismo tiempo. Al final uno quiere hacer algo que es agradable para uno mismo. Y
por eso Conor vuelve al gimnasio. Es lo que le gusta".
La confirmación oficial de la
pelea se hizo el 14 de junio, el combate se disputaría el 26 de agosto de 2017
en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Nevada, Estados Unidos). Del 11 al 14 de
julio se realizó una gira de prensa internacional. Los dos contendientes se encontraron
en Las Vegas y las fricciones entre ambos aparecieron desde el primer momento. Floyd
Mayweather se presentó rodeado de una legión de guardaespaldas. Las cámaras de
televisión se lanzaron de lleno a por él. Primeras entrevistas, cientos de
flashes y primer mensaje. "Se
admiten apuestas, el combate no llegará a los doce asaltos", dijo el
boxeador estadounidense. Con bastante retraso apareció en escena Conor McGregor, perfectamente trajeado y con una
sonrisa en la boca.
Cuando los acompañantes de
Mayweather y McGregor estuvieron cerca, varios empujones y alguna palabra más alta
que otra surgieron, aunque por fortuna no hubo contacto físico. El luchador no
iba a quedarse con la boca cerrada y lanzó un primer 'golpe' verbal: "No, este combate no será el más
complicado de mi carrera. Voy a aplastar a Mayweather". "Ya se verá
si lo hago en uno o dos asaltos", remató Conor.
Todo parece indicar, salvo
sorpresa, que se tendrá que conformar con ese trono porque son pocos los que le
dan la victoria. Mike Tyson, un grande del boxeo, y Jon Jones, su homólogo en
las MMA, aseguraban que 'The Notorius' no alzará los brazos después de los 12
asaltos. Si llegan. Aunque el irlandés se sentía muy seguro de sí mismo: "Me voy a enfrentar al dios del boxeo. Pudo
haberse mantenido como un dios, pudo retirarse con un récord de 49-0. En lugar
de eso, ahora estoy aquí y yo soy el dios del boxeo”, afirmó en una actitud
más que optimista.
Boxeadores como Canelo Álvarez,
Gennady Golovkin, Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez, entre otros, aseguraron
que Conor McGregor no tenía posibilidades de vencerlo. Manny Pacquiao
sentenció: "McGregor no tiene
ninguna oportunidad en esta pelea. De hecho, puede que sea muy aburrida. De
ninguna manera él podrá conectar un golpe determinante a Floyd. ¿Cómo podría
hacerlo? Él no tiene experiencia en el boxeo profesional", sentenció
Pac-Man.
Para los puristas del noble arte,
el combate desacreditaba y desprestigiaba al boxeo, dando una pésima imagen de
él. Mike Tyson partidario de la
tradición declaro: "No, no
desprestigia al boxeo. Es interesante. Sólo le da una mala imagen al boxeo porque Conor no tiene la
habilidad suficiente para boxear con Floyd. Si pelean como lo hacen en la UFC,
y Floyd boxea, eso sería más interesante. Entonces veríamos cómo lidia Floyd
con las patadas a las piernas y todas esas cosas. Conor no es un boxeador.
Ustedes saben, él tiene algunas habilidades de boxeo amateur, pero no es un
boxeador profesional. Es un aficionado".
Conor 'The Notorius' McGregor
aprovechó su cuenta de Instagram para enviar un mensaje a los boxeadores
profesionales, asegurando: “Un luchador
que entrene sólo un arte marcial, no tendría ninguna posibilidad de salir
victorioso de una jaula de MMA.”
Mayoritariamente los comentarios
de entendidos y aficionados giraban en torno a la escasas posibilidades que
tenía de vencer el irlandés a Mayweather, nadie dudaba que en una jaula la
cosas cambiarían pero un ring….
Para dar un cierto “interés” al
asunto y alguna posibilidad al luchador irlandés, Mayweather admitió, en un
video que publicó en su cuenta de Instagram, que ya no era el mismo de hace 20
años. El campeón mundial de boxeo volvió del retiro y se estaba preparando a
contrarreloj para llegar con un buen estado físico. Recordaba que su última
pelea fue en 2015. "Yo sé que no
soy el peleador que era hace 20 años, que no soy el mismo peleador de hace 10
años, de hecho, no soy el mismo peleador de hace cinco años, sólo soy una vieja
leyenda entrenando con guantes de 16 onzas".
Como no iba haber ningún título en
juego en el combate, El Consejo Mundial del Boxeo (WBC) creó uno para la
ocasión, bautizándolo sin disimulo como “The Money Belt’ (El cinturón del
dinero). " El presidente del Consejo, Mauricio
Suleiman, presentó el cinturón rodeado de los dos púgiles, tan lujoso como
caro, fabricado con piel italiana de alligator, de color verde: “Efectivamente es el Money Belt, un
cinturón elaborado con mucho cuidado, hecho a mano, 3600 diamantes, 600
zafiros, 360 esmeraldas, y un kilo y medio de oro de 24 kilates; es algo
espectacular y será el recuerdo para el ganador de esta pelea que rompe
paradigmas".
La pelea estaba rodeada de cifras
millonarias. Cada novedad o noticia
sobre ella estaba relacionada con otro río de dólares que haría que sus
protagonistas ganaran más dinero, estando en la cúspide de la fama y notoriedad,
a pesar de las fanfarronadas de Conor, este no se olvidó de la persona que le
ha dado apoyo siempre y le ha materializado su sueño de campeón: “Necesito que Dee esté aquí”. Ella hace que
me sienta mejor”. Reconoció ante la prensa que era la pieza clave de su
éxito. Ella siempre confió en que así sería. "Siempre ha tenido mucha confianza en sí mismo, siempre supimos que iba
a ocurrir, fue casi como predecir el futuro". Dee Devlin estuvo
apoyándolo cuando sufrió su primera derrota ante Nate Díaz. No sólo es una
fuente de apoyo y estabilidad lo que ella le brinda, también trabaja en el
equipo de McGregor, maneja las finanzas, cocina para el equipo de McGregor, pero
el papel más importante de Dee es el de madre, dio a luz al primer hijo de
McGregor que nació el 5 de mayo de 2017, El bebé pesó 3 kilos y medio. Jack
McGregor Jr. no pudo nacer en mejor momento, colmando a la pareja de felicidad.
Floyd Mayweather y Conor McGregor habían pactado pelear con guantes de 8 onzas,
por petición del irlandés, pero la Comisión Atlética de Nevada echó para atrás
su petición. Ambos pensaban que al estar
de acuerdo bastaría para poder hacerlo, pero el reglamento lo prohibía, solo se
pelea con guantes de 8 onzas hasta los 61,2 kg. Peso que estaba muy lejos de
los 69,9 kg en los que estaba pactado su combate. La Comisión Atlética de
Nevada afirmó por activa y por pasiva, que lo hacía por la seguridad de ambos
contendientes, pero cuando faltaba algo más de una semana para el combate, la
Comisión se retractó y permitió el acuerdo que habían alcanzado las dos
promotoras.
La noticia, además de satisfacer a
Mayweather y McGregor, sirvió como revulsivo
para la venta de entradas, los
promotores creyeron que así aumentaban las posibilidades de victoria del
irlandés y que se equilibraba la contienda, al menos así se divulgó en los
medios de comunicación, aumentando el interés del público por la pelea.
El equipo de marketing de la pelea
hizo un trabajo excepcional, cuando quedaba solo una semana para el combates apareció la noticia en la prensa que Floyd Mayweather había sido noqueado por
su sparring mientras entrenaba. Para más inri, este sparring, Zab Judah, tenía
las mismas características físicas de Conor McGregor. En las imágenes previas
al combate se veía al boxeador estadounidense bastante relajado, haciendo su
vida cotidiana, nunca entrenando, parecía que no había abandonado su retiro, mientras
que las del irlandés, por el contrario, se dejaba la piel en el gimnasio. Los
diversos cortes que se divulgaron de las sesiones de sparring de Conor frente
al excampeón en dos categorías Paule Malignaggi consiguieron alimentar “el
culebrón del verano”. Este compañero de entrenamiento terminó divulgando
información estratégica al gimnasio de su oponente por verse seriamente
comprometido en las grabaciones ofrecidas. Resumiendo: entre el cambio de
guantes a 8 onzas que beneficiaba claramente a McGregor (los de MMA son de 4
onzas), la edad de Floyd Mayweather (40 años), su inactividad profesional de
dos años, etc… Muchísimos aficionados empezaron a creer en las posibilidades de
victoria de Conor McGregor, si esto llegara a ocurrir sería una auténtica
hecatombe para el boxeo, pues las MMA ganan cada día más adeptos en detrimento del
boxeo, el espectáculo o show estaba montado…
En algunos foros se empezó a debatir
esta cuestión ¿Qué pasaría si su 49-0 se viera empañado por una derrota ante Conor
McGregor? Hasta el peor luchador del mundo tiene su oportunidad y el irlandés
se presentaba como el único campeón simultáneo de dos pesos en la historia de
UFC, con 24 combates (21 victorias, 18 por nocaut, y 3 derrotas).
El interés y el “morbo” crecían de
forma desmesurada en los días previos al combate. Esta preocupación y
nerviosismo era compartida por muchas de las casas de apuestas de Las Vegas, la
capital mundial del juego. Si lograra noquear a Mayweather, en los primeros
asaltos, los corredores de apuestas tendrían que pagar millones de dólares, y
sufrirían su mayor descalabro en la historia de las apuestas deportivas.
Los seguidores de la estrella del
UFC habían desbordado las casas de apuestas con billetes de 100 dólares a favor
de McGregor e incluso un aumento de
última hora en las apuestas por Mayweather no podría ser suficiente para
equilibrar la balanza.
"Estoy bien ahora. Pero quizás necesite un monitor cardiovascular
cuando suene la campana y Conor empiece a lanzar puñetazos. No se trata de
apostadores profesionales, solamente de tipos comunes y corrientes. El
carnicero y el barbero están poniendo sus 100 dólares por McGregor y eso se ha
acumulado", reconoció Nick Bogdanovich, de la casa de apuestas
William Hill, quien admitió que sufriría pérdidas multimillonarias si McGregor
ganaba la pelea. Y si ganaba por nocaut, como había prometido, sería peor. También
hubo fuertes apuestas por Mayweather, quien se mantenía como favorito. Entre la
que cabía destacar una de 500.000 dólares y otra de un millón de dólares.
El 25 de agosto, a pocas horas de
subirse al ring del T-Mobile Arena, Floyd Mayweather y Conor McGregor se vieron
las caras en el pesaje oficial, Casi 20.000 personas acudieron para verlos
subirse a la báscula. El irlandés se vio arropado por la “marea verde” que le
acompañaba. Las gradas estaban abarrotadas de banderas de Irlanda a ritmo de
canciones en honor a su campeón. McGregor apareció portando la bandera de su país. Poco
después apareció Floyd Mayweather al ritmo del provocativo tema inglés 'In The
Air Tonight' de Phil Collins. Pocos simpatizantes le apoyaron en el recinto, en
todo momento fue abucheado por la marea verde. "He estado en esta situación muchas veces, y sólo estaremos sobre
el ring él y yo. El peso no gana las
peleas. Apunten, este combate no llegará al final. Va a ser el último de
McGregor." - declaró Mayweather.
El estadounidense mostró un gran
físico y pesó 67,8 kg y el irlandés 69,3 kg. tan sólo 500 gramos por debajo del tope establecido para el combate (69,8
kg). A pesar de superar el peso limite,
el evento no corría ningún riesgo de cancelarse puesto que era de carácter
semi-ofical. "Estamos preparados
para los 12 rounds de tres minutos de ritmo sin parar, voy a seguir adelante,
voy a poner la presión sobre él y voy a noquear a este viejo", provocó
el irlandés. "Voy a vencerlo en su
propio deporte. Atropellaré a
Mayweather porque mañana subiré al ring con 77 kilos. Seré el rey de ambos
deportes. Soy el campeón de las artes
marciales mixtas, y pronto seré el campeón del boxeo". "Olvídate de eso", le respondió muy
tranquilo Mayweather. "Me han dado
con todo en 21 años y aquí sigo. Si
sabes dar golpes, tienes que saber recibirlos".
Por supuesto, McGregor no se podía
quedar callado y respondió: “Le voy a
patear el trasero. Voy a llegar mucho más grande y más fuerte que él. Yo lo he
visto con miedo”. -Añadiendo: "Las Vegas ahora es Irlanda. Me
colocaré en el centro del ring mañana y no iré a ninguna parte, veremos si
puede lidiar con eso. "
Estas declaraciones e imágenes
fueron retrasmitidas por las televisiones de medio mundo, caldeando aún más el
ambiente. La expectación aumentaba por momentos y con ella el “morbo” por visonar
la pelea…
El 26 de agosto tuvo lugar el
esperado encuentro, dependiendo de la óptica, aficiones e intereses de cada
espectador, se da un enfoque distinto al combate. McGregor salió a ganar el
combate por la vía rápida y en los cuatro primeros asaltos lanzó golpes desde
todas las trayectorias impactando algunos en su rival. Siendo objetivo y
ecuánime, para no ser un profesional del ring, lo hizo verdaderamente bien ¿Qué
hubiera pasado si se hubieran invertido las tornas y el combate hubiera sido en
una jaula? Lo cierto es que Mayweather le dejó que se cansara, utilizó la misma
estrategia de Ali en su combate contra George Foreman en Kinsasa y a partir del
quinto asalto realizó un trabajo de demolición. McGregor sin fondo físico y con
una gran carencia de recursos técnicos fue presa fácil para el boxeador
estadounidense, en el décimo asalto el árbitro paró la pelea decretando un K.O.
técnico. Con este triunfo, Mayweather, de 40 años, tal y como se esperaba,
firmó una inmaculada trayectoria deportiva con 50 victorias y ninguna derrota,
superando el record de Rocky Marciano. Al finalizar el combate, ambos
luchadores juntaron sus cabezas, se dieron una especie de abrazo e
intercambiaron sinceros elogios.
Tras el combate, el irlandés,
aseguró que "habían parado la pelea
demasiado pronto" y que "podría
haber continuado". Tras la revisión médica después del combate, los
resultados le quitaban la razón y demostraban que se trataba más de una
cuestión de orgullo personal que de una realidad: Conor McGregor fue suspendido
durante un mes y medio por la Comisión Atlética del Estado de Nevada, durante
ese periodo de tiempo no podía entrenar ni competir hasta el 11 de octubre.
Mayweather no recibió la baja médica.
Dos días después del combate,
llegó la hora de hacer números; el evento
no llegó a alcanzar la suma de los 1.000 millones de dólares, como lo estimó la
Comisión Atlética de Nevada, pero se aproximó. Según algunos medios, poco después,
los alcanzo. En el caso de Floyd Mayweather, las cifras descomunales, lo
convierten en el atleta mejor pagado en la historia por un solo día de trabajo,
ganando la friolera de 350 millones de dólares. En el caso de Conor McGregor se
aproximó a los 100 millones, una bolsa que nunca en su vida como peleador de
UFC hubiera conseguido, su cifra récord en el octágono era de 3 millones.
Poco después del combate ambos
contendientes se juntaron, Conor McGregegor se deshizo en elogios hacia su
rival: “Ha sido un honor encontrarme en
un ring con Floyd, mis felicitaciones a Floyd por la manera que peleó. Él tiene
mucha experiencia y es metódico con su trabajo. Le deseo lo mejor en su retiro.
Es un boxeador increíble. Su experiencia, paciencia y resistencia le ayudaron
en esta pelea sin duda. Siempre le dije que él no era un luchador sino un
boxeador. Pero compartir el ring con él me hizo admitir que es un luchador
sólido".
Floyd Mayweather también elogió a
su rival reconociendo haberse visto gratamente sorprendido por el nivel
mostrado por el irlandés en el que era su debut profesional. “Es mejor de lo que pensaba”.
En el entorno del mundillo
pugilístico hubo muchas críticas en general hacia el combate y en particular
hacía Conor McGregor, aunque no todo fueron críticas: George Foreman, el
excampeón del mundo se sorprendió por el coraje del irlandés y aseguró que por
primera vez la defensa infranqueable de Floyd no fue perfecta: "La defensa de Mayweather no
funcionó tan bien contra McGregor, que le pudo pegar bastante. Mayweather tuvo
que pelear como un fajador de vieja escuela, como Yo. McGregor no sólo
sorprendió a Floyd, me sorprendió a mí y a un montón de expertos". Además,
Foreman cree que la estrella de la UFC tuvo una oportunidad de hacer verdadero
daño a su rival, pero el árbitro del combate, Robert Byrd, 'ayudó' al boxeador
invicto: "Protegió a Mayweather en
uno de los últimos asaltos. Conor lo había herido y buscaba la finalización y
el árbitro le salvó. Fue un duro golpe al cuerpo. Conor conectó con un golpe al
cuerpo y el árbitro se interpuso sin ningún motivo. Pero eso es típico de un combate
de boxeo".
Al margen de los dictámenes y
opiniones de simpatizantes y detractores, el combate se desarrolló como estaba
previsto, y obviamente, este se realizó únicamente por dinero, alcanzando unas
cifras desorbitantes que superaron las expectativas de todos, simplemente por el “morbo” que se despertó
por ver en un ring al mejor luchador del boxeo y de las MMA. El combate pudo
ser todo un espectáculo o simplemente decepcionante, depende del prisma con que
se analice. Lo que es irrefutable es que ningún combate de Boxeo en los últimos
años ha suscitado tanta expectación y curiosidad, a pesar de no haber un título
en juego; al igual que es incuestionable
que ningún otro púgil en la historia de este deporte ha logrado la bolsa que ha
obtenido Mayweather,
ni tampoco se acerca a las que había ganado el rey de las MMA en los torneos de
la UFC. Ambos en este aspecto han sentado un precedente. Y no solo han batido
record con la recaudación, considero que lo más importante o meritorio que han logrado
es acaparar la atención de medio mundo, estando todos expectantes ante el
resultado del combate. Hacía muchos años que los medios de comunicación no realizaban
un seguimiento así de unos de estos eventos, donde se sucedieron las
entrevistas e imágenes de ambos contendientes en todos los noticiarios y
programas deportivos por lo que no es aventurado pensar, tras conocer las
cifras astronómicas del mismo ¿no habrá una revancha? Desde luego de haberla
debe ser en un corto plazo. Mayweather tiene 40 años y el tiempo pasa para
todos…
La
cuestión actualmente es ¿Que va hacer ahora McGregor? Por lo pronto se va a
tomar unas vacaciones hasta el 2018 y después ya verá que proyecto abordará.
Obviamente en MMA no va a ganar tanto dinero en un combate y si puede perder mucho
prestigio ante una derrota, incuestionablemente es el “enemigo a batir” en la
jaula, donde todos anhelan su posición y fama y con el dinero que atesora ¿Qué
necesidad tiene de pelear por una miseria? La publicidad y quizás el cine, le
esperan. Tome la decisión que tome; nadie le puede negar que es el nuevo rey de
las artes marciales y que gracias a él, estas vuelven a estar de actualidad y
eso es algo que hay que agradecer; por lo que: ¡¡Larga vida al King de las MMA!!
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