DVD SOBRE EL ENTRENAMIENTO EN KICK BOXING
En 1973 quedé impactado con el primer capítulo de la serie de Kung Fu, hastatal punto, que empecé a recopilar datos e información sobre las artes marciales. A las pocas semanas, mi padre me inscribió en un gimnasio. Por recomendación del profesor, empecé a entrenar Judo, según el maestro aquello era lo más completo y lo mejor para mi edad, pero no se parecía en nada a lo que veía en la serie, ni tampoco, meses después, a lo que visionaba en el cine. Tras ver en acción a Bruce Lee, me pasó lo mismo que a miles de jóvenes, quedé cautivado por sus habilidades y carisma, yo quería pelear como él, sin embargo en elgimnasio apenas si se lanzaban “atemis” (golpes), casi todo se basaba en agarrar, proyectar y pelear en el suelo.
Un día, coincidí en el Cerro de los Ángeles con unos chavales del barrio que practicaban karate, fue inevitable que surgiera la eterna discusión: “Mi arte marcial es mejor que el tuyo” tras debatir aquello, sin llegar a ningún acuerdo, decidimos realizar un combate amistoso, cada vez que intentaba acercarme a mi adversario, era golpeado irremisiblemente. De una derrota, se aprende más que de una victoria y aquello no fue una excepción, cambió por completo mi concepto del combate y decidí cambiar de arte marcial, no sin antes despedirme de mi profesor, el cual, me demostró que con práctica, un judoka podía agarrarte desde cualquier ángulo y proyectarte con una velocidad endiablada, lo cual era cierto, pero al igual que no existen verdades absolutas, no existe el arte marcial “perfecto” y universal para todos. Ni lo ha habido ni lo habrá, simplemente porque cada persona posee unos atributos físicos distintos y sus propios objetivos marciales, que no son ni mejor ni peor que el de otros, simplemente son diferentes. Resumiendo: aquí empezó mi “viaje” por las artes marciales, un viaje de “casi” cuarenta años de práctica ininterrumpida. De los cuales, durante más de veinte he entrenado y complementando con dos artes de combate distintas.
Aparte, obviamente, por ser director de la revista Dojo y Bruce Lee no sólo tuve la oportunidad de entrevistar y conocer a muchísimos maestros, pude también entrenar con muchísimos de ellos, gracias a las invitaciones que recibía para asistir a sus cursillos y seminarios, por ello he podido aprender y comparar diferentes ópticas y conceptos marciales, llegando a la conclusión que a veces de quien menos crees, es del que más aprendes y más te entrega y del que más esperas, es el que menos te enseña. Al final descubres que a veces donde menos buscas, es donde más encuentras. ¿Cuántas desilusiones de maestros encumbrados y cuántas sorpresas de maestros desconocidos? El conocimiento no va parejo a la fama (a veces inmerecida), consecuencia de una acertada campaña de marketing o simplemente de estar en el lugar adecuado, en el momento justo, o siendo fruto de la loca suerte. En ocasiones, es simplemente encontrar a aquel que tiene respuesta a tus preguntas, lo cual no implica que sea el mejor, simplemente es el que te aporta aquello que necesitas en ese momento o si se prefiere, el que te inspire, tal y como dijo Paulo Coelho en una sus citas: “Maestro no es aquel que te enseña algo, si no aquel que inspira al alumno a dar lo mejor de sí para descubrir un conocimiento que ya tiene dentro de su alma”.
Tras años de práctica de las artes marciales y deportes de contactos, considero que he llegado a una etapa de madurez marcial en la que puedo aportar o inspirar a otros a trabajar o al menos a investigar, nuevas parcelas en su entrenamiento, al menos eso he intentado en el DVD sin caer en el error de mostrar cómo se pega un directo de derechas o izquierdas, al igual que cualquier tipo de gancho, porque todas esas técnicas en la actualidad considero que son de sobra conocidas por todos, al igual que ciertos ejercicios que se llevan repitiendo desde hace más de 30 años en cualquier gimnasio donde se implantan clases de deportes de contacto en general y en particular de Kick Boxing. Mi experiencia me ha demostrado que variando y cambiando los ejercicios, se optimizan los resultados en el entrenamiento, lo peor que puede ocurrir a un alumno o competidor es caer en la rutina, lo cual es un paso hacia la desmotivación y por tanto, una ruta hacia el abandono. En la variedad y en alternar los entrenamientos está el secreto para mantener la atención del pupilo, para ello, el entrenador, al igual que el agua, ha de “correr” porque si no cae en el riesgo de estancarse y estropearse…