Al llegar de vacaciones, me encontré un mensaje en el contestador que me dejó perplejo: Jackie Chan venía a Madrid para promocionar “Duro de matar”. Su encuentro con la prensa tendría lugar el 26 y 27 de agosto de 1.996.
A nosotros, la distribuidora nos permitía estar con él 20 minutos. Hice un par de llamadas a unos compañeros cinéfilos con los que había coincidido en otras ruedas de prensa; ayudándolos, en alguna ocasión, con algún dato o información sobre algún actor del denominado cine de artes marciales. Sabía que este género no les interesaba lo más mínimo, pero de ahí, a que uno de ellos me dijera, que no pensaba acudir a la entrevista del "Chino Kuroi"... (palabras textuales). El comentario de su compañero, no fue mucho mejor: "Mi revista no se dedica a realizar críticas de "Chinazos". Supongo que se extrañaron por mi actitud, lejos de ofenderme, me habían alegrado el día. ¿Cuántos periodistas de la prensa especializada, no irían? Con esta previsión acudimos una hora antes. Efectivamente, muchos profesionales no se habían presentado a la cita. En la distribuidora se alegraron, de que por fin se presentara alguien que le "valorara en su justa medida". El caso es que nos duplicaron el tiempo de la entrevista, que luego se alargó con la sesión fotográfica. Jackie Chan, para ser oriental, es alto, fornido y simpático. A grandes "rasgos" nosotros no notamos ningún cambio de las películas a la vida real.
